Corredor Filadelfi, el último obstáculo que pone Netanyahu para acabar la guerra

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

El corredor Filadelfi es un estrecho cinturón de 100 metros de anchura y 14 kilómetros de longitud que corre paralelo y pegado a la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto. El nombre de Filadelfi (sin la letra a al final) fue escogido aleatoriamente por el ejército israelí, mientras que los palestinos y los egipcios lo llaman corredor Saladino.

En los últimos meses ha cobrado gran importancia ya que el primer ministro Benjamín Netanyahu exige que cualquier acuerdo de alto el fuego con Hamás contemple la permanencia de tropas israelíes en ese eje. Frente a ello, la posición de la organización islamista es que cualquier acuerdo contemple la retirada completa de los soldados en toda la Franja, incluido el corredor Filadelfi.

El mantenimiento de tropas en ese corredor es una cuestión capital para Benjamín Netanyahu, quien considera que si se retiran los soldados, Hamás podrá rearmarse fácilmente y se podrán repetir las amenazas de la organización palestina, pudiendo desembocar en otro ataque sorpresa similar al del 7 de octubre de 2023, cuando murieron unos 1.200 israelíes en el sur del país.

La cuestión es que la administración Biden ha pedido a Netanyahu que renuncie a la permanencia en el corredor Filadelfi, algo a la que el primer ministro se ha negado con todas sus fuerzas a pesar de que responsables militares israelíes insisten en que la presencia de tropas no es imprescindible para controlar los movimientos en la superficie del corredor.

Otro asunto son los túneles del subsuelo que comunican la Franja con Egipto y que han servido durante muchos años para que los grupos palestinos introduzcan armamento en la Franja. Este ha sido un gran problema para Israel, que en el pasado ha intentado neutralizarlo en vano, puesto que las armas y municiones han seguido circulando por los túneles con completa libertad.

En este contexto, el 2 de septiembre Netanyahu concedió una rara rueda de prensa para recalcar cuál es su posición respecto al corredor Filadelfi. Y básicamente reiteró lo expresado en anteriores ocasiones, es decir que cualquier acuerdo con Hamás debe respetar la presencia permanente de los soldados israelíes en ese eje, algo que definió como “vital” para el estado judío.

Sus detractores en Israel y en Estados Unidos le acusan de intentar mantener la guerra durante todo el tiempo posible con el fin de continuar en el poder. Según la oposición, Netanyahu no quiere abandonar la Franja puesto que de esta manera le resulta más fácil seguir como primer ministro y neutralizar a sus rivales políticos.

En la rueda de prensa, Netanyahu cargó contra el argumento de la oposición y de los jefes militares que aseguran que el ejército podría volver en cualquier momento al corredor Filadelfi, si lo exigen las circunstancias. Netanyahu dijo que esos mismos opositores dijeron con anterioridad que el ejército volvería al Líbano si era necesario, tras la evacuación del año 2000, y sin embargo eso no ocurrió, y que una cosa es hablar y otra cumplir la palabra. Según él, lo mismo pasaría en la frontera entre la Franja y Egipto.

Otro argumento que usan sus detractores para negar la importancia “vital” del corredor Filadelfi es que en los primeros ocho meses de la guerra, es decir hasta el 29 de mayo, Netanyahu en ningún momento se refirió al corredor Filadelfi como un asunto capital, ni lo mencionó como objetivo de la guerra. Según esta versión, Netanyahu solo sacó el tema a colación con la intención de desbaratar las negociaciones en curso con Hamás, en las que participa Estados Unidos, y de repente se convirtió en una prioridad.

Llegados a este punto, el eje Filadelfi se ha convertido en el principal obstáculo para un alto el fuego. El ejército, especialmente la aviación, sigue bombardeando la Franja de una manera aleatoria causando cada día decenas de muertos, particularmente de mujeres y niños. A estas alturas de la guerra es evidente que Netanyahu no quiere poner fin a esos ataques, asegurando que de esa manera presiona a Hamás para que libere a los rehenes.

Ahora bien, la situación de las decenas de rehenes todavía vivos es muy precaria. A principios de septiembre los soldados localizaron los cadáveres de seis cautivos que habían sido ajusticiados muy poco tiempo antes en un túnel del sur de la Franja. Estados Unidos ha advertido a Israel que la proximidad de las tropas pone a los rehenes en peligro de muerte, como se deduce de este último incidente. Aunque esta circunstancia debería hacer reflexionar a Netanyahu, todo indica que no va a dar su brazo a torcer en el tema del corredor, incluso poniendo en peligro la vida de los rehenes.

Eugenio García Gascón ha sido corresponsal en Jerusalén 29 años. Es premio de periodismo Cirilo Rodríguez.

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