La Unión Europea financiará la radio anticomunista que puso en marcha EEUU durante la guerra fría

PASCUAL SERRANO

La Unión Europea acordó el 20 de mayo proporcionar los fondos de emergencia para ayudar a mantener a flote Radio Free Europe después de que el gobierno de Estados Unidos pusiese fin a las subvenciones a esa cadena.

El pasado mes de marzo, la Administración del presidente estadounidense Donald Trump ordenó un amplio recorte de la Agencia de Medios Globales de Estados Unidos, la institución de la que dependían ‘Radio Free Europe/Radio Liberty’ y ‘La Voz de América’ (Voice of America), esta última participó en la campaña para el derrocamiento de Jacobo Árbenz Guzmán en Guatemala en 1954, la invasión de Plya Girón en Cuba en 1961, el golpe de Estado contra Juan Bosch en la República Dominicana en 1963 y la ocupación de ese país en 1965. En la década de los ochenta agregó un servicio de televisión, así como programas regionales especiales para influenciar en Cuba, como Radio Martí y TV Martí.

La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, dijo que los ministros de exteriores de la UE habían acordado un paquete de financiación de 5,5 millones de euros para «apoyar el trabajo vital de Radio Free Europe». Manifestó que esperaba que los 27 países miembros de la UE también proporcionaran más fondos para ayudar a Radio Free Europe al largo plazo.

El «financiamiento de emergencia a corto plazo» es una «red de seguridad» para el periodismo independiente, afirmó. De nuevo ese discurso de que el “periodismo independiente” es el financiado por ellos.

Kallas expresó que la UE puede ayudar a la emisora a «trabajar y funcionar en aquellos países que están en nuestro vecindario y que dependen mucho de las noticias que vienen del exterior». De este modo confirma que su intención seguirá siendo influir en los países ajenos a la Unión Europea.

Las oficinas corporativas de Radio Free Europe/Radio Liberty están en Washington y su sede periodística se encuentra en la República Checa, que ha estado liderando el esfuerzo de la UE para encontrar fondos.

Radio Free Europe/Radio Liberty tiene su principal trayectoria en la guerra fría y en la lucha contra el comunismo. Financiada por el gobierno de los Estados Unidos transmitía a países de Europa del Este, Asia Central y Medio Oriente.

Radio Free Europe transmitía a los países del bloque socialista en Europa y Radio Liberty se dirigió a la Unión Soviética. RFE fue fundada como una fuente de propaganda anticomunista en 1949 por el Comité Nacional para una Europa Libre. Aunque inicialmente la CIA proporcionó financiación encubierta a RFE/RL, dejó de financiar directamente a RFE/RL en 1972. Ambas terminaron fusionándose en 1976.

Más que prodemocracia, como decía su propaganda, Radio Liberty era anticomunista, de ahí que no tuviera ningún problema en instalarse en la España franquista en 1959, en la localidad catalana de Pals, un pequeño pueblo de la Costa Brava, tras un acuerdo entre Franco y el Gobierno estadounidense.

Los contenidos emitidos no se grababan en Pals, la programación se planificaba y elaboraba desde la sede de Múnich y se revisaba en Estados Unidos. Después de ese proceso, el material se enviaba a Pals. Emitían en 16 lenguas. Para acometer esa función, llegaron a trabajar en las instalaciones unas 200 personas. Los programas pretendían exhibir las bondades del capitalismo, desde la política a la cultura y el consumo. Era un ejercicio de seducción, y Pals se revelaba como el vehículo perfecto. Reunía una buena posición geográfica, poca masa forestal y un Mediterráneo que hacía de pantalla y ayudaba a potenciar las ondas. Parece que la España de Franco era una buena anfitriona para la lucha por la libertad de Radio Free Europe.

Con la caída del Telón de Acero, la sede de Radio Liberty en Pals fue perdiendo su utilidad hasta que cerró en el año 2001.

La propia Kallas recordó la influencia y el papel que la red de radiodifusión tuvo en ella mientras crecía en Estonia, que entonces formaba parte de la Unión Soviética y era objetivo ideológico de Radio Free Europa.

«Viniendo del otro lado del Telón de Acero, en realidad fue (de) la radio de donde obtuvimos mucha información», dijo. “Así que ha sido un faro de democracia, muy valioso en este sentido”, dijo la líder conservadora. Un “faro de democracia” desde la España franquista.

Con el cierre de estas emisoras, así como el de la agencia USAID, la Administración Trump abordaba la necesidad de recortar gasto público y renunciaba a seguir con su política de injerencia mundial. A diferencia de la USAID, que también tenía un componente de ayuda humanitaria, Radio Free Europa/Radio Liberty era un medio netamente de propaganda que emitía en 27 idiomas en 23 países de Europa del Este, Asia Central y Oriente Medio.

Ahora la Unión Europea coge el testigo de esa injerencia mediática. Es curioso porque son frecuentes las denuncias de la Comisión Europa de injerencia electoral en sus países miembros, recordemos que se llegaron a anular las elecciones presidenciales rumanas por la “influencia de Tiktok”. En Francia , una denominada Delegación Parlamentaria para la Inteligencia (DPR), afirmó que existían tres amenazas de injerencia extranjera -clásica, moderna e híbrida- procedentes de Rusia, China, Turquía e Irán.

Y la propia Comisión Europea creó en 2015 el proyecto EuvsDisinfo precisamente para neutralizar la injerencia por parte de agentes extranjeros. En esta misma legislatura, 2024-2029, los eurodiputados crearon una nueva comisión especial sobre el Escudo Europeo para la Democracia, encargada de proponer medidas para reforzar la resiliencia democrática de la UE frente a la injerencia extranjera y la desinformación.

Sin embargo, financiar una radio con el único objetivo de influir en la población de los países ajenos a la UE no lo consideran injerencia, sino “un faro de la democracia”. O sea, como cuando luchaban contra el comunismo o se daban golpes de Estado en América Latina.

Radio Free Europe tenía dos proyectos que intervenían claramente en la región del conflicto ucraniano: ‘Crimea Realities’ y ‘Donbas Realities’ (Realidades del Donbás y Crimea en inglés). Evidentemente, con un objetivo de interferencia política. Sin embargo, la paradoja es que la Comisión Europea prohibió los medios de comunicación rusos, en especial la televisión Russia Today y la agencia Sputnik, a los que acusaba de ser propaganda política del Kremlin y ahora anuncia la financiación de una cadena de radios que tiene como único objetivo influir en los países del Este tal y como lo hizo en la guerra fría mediante sus contenidos anticomunistas.

Todos sabemos que ni Rusia ni Putin son comunistas pero parece que en la Unión Europea siguen siendo anticomunistas, por si acaso.

Pascual Serrano es periodista y escritor. Su último libro es “Prohibido dudar. Las diez semanas en que Ucrania cambió el mundo”

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