Ecuador elige nuevo presidente entre la correista González y el empresario Noboa
CECILIA VALDEZ
Ecuador elige hoy, en la segunda vuelta electoral, un nuevo presidente entre la candidata correista, Luisa González, y el empresario Daniel Noboa. El llamado a elecciones anticipadas se produjo el pasado 18 de mayo, cuando Guillermo Lasso, el actual presidente, decidió disolver la Asamblea Nacional haciendo uso de un mecanismo constitucional llamado “muerte cruzada”, para evitar su juicio político. Lasso deja un país sumido en una profunda crisis cuyo principal emergente es la inseguridad y el avance del crimen organizado, con unos índices de violencia inéditos en la historia de ese país (25,32 por cada 100.000 habitantes).
Aunque González, la candidata de Revolución Ciudadana (RC), se perfilaba como la favorita de cara a la primera vuelta, los últimos sondeos indican una leve subida en su intención de voto que no le alcanzaría para superar a Noboa.
Primera vuelta
En la primera vuelta del 20 de agosto, el binomio correísta de Luisa González-Andrés Arauz, obtuvo un 33% de los votos, frente al 24% de Daniel Noboa de la Acción Democrática Nacional (ADN), hijo de un conocido empresario bananero y cinco veces candidato presidencial, Álvaro Noboa. De los 8 binomios que disputaban el espacio de gobierno estos dos fueron los favoritos, pero de los que quedaron afuera uno de los que llama más profundamente la atención es el del candidato indígena Yaku Pérez. En la primera vuelta de las elecciones de 2021, Pérez (19,38%), por ese entonces candidato de Pachakutik, y Guillermo Lasso (19,74%), el candidato conservador y actual presidente, obtuvieron casi un 20% de los votos. Pachakutik denunció fraude y una serie de irregularidades, que no fueron aceptadas por las autoridades competentes en la materia, por lo que la segunda vuelta, entre Lasso (52%) y Arauz (47%), el candidato correísta, se terminó definiendo a favor de Lasso. En la primera vuelta de agosto, Pérez no alcanzó el 4 %. Algunos analistas sostienen que el perfil pacífico y espiritual de Pérez no le jugó a favor en un momento en el que la sociedad exige enérgicas y contundentes respuestas, y que las propias fracturas internas del movimiento indígena tampoco ayudaron.
Paralelamente a las elecciones de asambleístas y presidente, del 20 de agosto, los ecuatorianos votaron “Sí” (60%) para suspender la exploración petrolífera en el Parque Nacional Yasuní. Este parque fue designado por la Unesco como una reserva de la biósfera, lo habita una población indígena en aislamiento voluntario y en él se encuentra la mayor reserva de petróleo del Ecuador. Se trata de una porción de la Amazonía que abarca unos 10 mil kilómetros cuadrados. Si bien, desde fines de los años noventa, se vienen promoviendo distintos mecanismos legales que buscan la conservación de esta porción de Amazonía, Ecuador se debatía entre preservar un espacio único en el mundo o explotar sus hidrocarburos y cubrir su multimillonario déficit fiscal (3700 millones de dólares). En el referéndum también se votó “Sí” (68%) a la prohibición de la explotación minera en el Chocó Andino, una zona especialmente importante por su biodiversidad.
Violencia extrema
La previa de la campaña electoral de la primera vuelta estuvo marcada por un clima de violencia sin precedentes en el que se sucedieron dos hechos de suma relevancia: el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, y el asesinato de Agustín Intriago, alcalde de una de las ciudades más grandes del país: Manta. Aunque muchos preveían que el deterioro del gobierno de Lasso, explícitamente anticorreísta, podía generar un efecto rebote que beneficiara a González, los asesinatos de ambos políticos y el incremento de la violencia, provocó una mayor volatilidad del voto a último momento que terminó beneficiando a Noboa. Si hace un año solo un 22% de la población consideraba que la inseguridad era el principal problema de Ecuador, después del crimen de Villavicencio ese porcentaje subió al 70%.
Por lo demás, el empresario bananero contó con fondos ilimitados durante toda su campaña, recorrió el país repartiendo alimentos, ropa y servicios médicos, pero, sobre todo, tuvo una muy buena actuación en el último debate presidencial. Aun cuando casi nadie estima que el voto del electorado pueda dejarse influir por los debates presidenciales, en el caso de Noboa parece haber algún tipo de consenso respecto a que su buen desempeño en casi todos los temas abordados en el debate del 13 de agosto inclinó la balanza a su favor. Lo otro que juega a su favor es que, a diferencia de González, Noboa no sufrió el embate del resto de los candidatos (porque no se lo consideraba en carrera) y que de alguna manera (pese a heredar el legado de su padre) consiguió mostrarse por fuera de la clase política tradicional.
Derechas
Aunque el voto fue mutando durante toda la campaña, después del asesinato de Villavicencio el electorado se inclinó más fuertemente por las opciones más de derecha, o aquellas que encarnaban las opciones más anticorreístas.
Tanto González como Noboa, de ser elegidos presidente, deberán lidiar con el bloque de asambleístas de Construye, el partido de Villavicencio. Si bien después de su muerte, Christian Zurita fue elegido como su sustituto, su nombre no fue quitado de la papeleta y su fuerza resultó la segunda más votada. Liderados por la ex-ministra María Paula Romo, aliada de Lenin Moreno y Lasso, este grupo de asambleístas darán continuidad al legado de Villavicencio que hizo de las denuncias de corrupción contra Correa y su gobierno, su principal caballito de batalla, y auguran espacios de fuerte confrontación en el Congreso.
El pobre resultado de la candidata de RC, Luisa González, obedece a errores propios, pero también al impacto que tuvo sobre su partido la imputación política del crimen de Villavicencio, sobre todo entre los votantes más indecisos; aunque indirectamente también generó cierto impacto porque aumentó el caudal de votos hacia el dirigente asesinado. De todos modos, todo indica que la mayor parte de los votos de los distintos binomios en primera vuelta, esta vez irán a parar a Daniel Noboa.
Según escribió en el portal Nueva Sociedad, el ex-alcalde metropolitano de Quito, Augusto Barrera, este giro hacia la derecha responde, en parte, a la imposibilidad de generar un espacio de centroizquierda debido a las desastrosas “gestiones legislativas de Izquierda Democrática y Pachakutik, muy erráticas en relación con el gobierno de Lasso y atravesadas por vergonzosas rencillas internas, que terminaron destruyendo cualquier pretensión de mantener su presencia política y parlamentaria”. Y a que “el descalabro electoral de estos actores profundiza la crisis de los partidos políticos”, ya que, “con excepción de la candidata de RC, el resto de los aspirantes no tenía ninguna relación orgánica con las organizaciones que los auspiciaban. Los partidos políticos están en una profunda crisis y operan como membretes de alquiler sin sustento ideológico ni base social.”
Para Barrera, otro de los cambios importantes que operan en el escenario político de Ecuador tiene que ver con la sustitución de los candidatos que disputaban su identidad en base a su adscripción al correísmo/anticorreísmo, por el de las candidaturas gestionadas desde los grupos de poder de Guayaquil. Se trata de grandes fuerzas político-económicas que apostaron a un recambio generacional con jóvenes vinculados a grupos empresariales: Jan Topic (telecomunicaciones y seguridad), Otto Sonnenholzner (camarones) y Noboa (banano).
Los candidatos
Daniel Noboa nació en Miami, está casado con la conocida influencer Lavinia Valbonesi, cuenta con cinco títulos universitarios de EEUU, un patrimonio declarado de 650 mil dólares, 17 años de experiencia en empresa privada y dos años como legislador (presidente de la Comisión de Desarrollo Económico). En la corporación familiar de su padre, que posee 128 empresas en distintos países, llegó a ser director naviero, pero también creó empresas propias. El haberse erigido como un representante de la antipolítica, y distante tanto del enfrentamiento con Correa como del gobierno de Lasso, parece ser uno de los puntos más fuertes de la campaña de este joven empresario que se define como un defensor de la libertad de empresa con vocación de servicio social. También dice no situarse ni a la derecha ni a la izquierda, y en su plan de gobierno incluye una sección de “inclusión y protección de los derechos de los grupos LGBTQ+”.
Por su parte, Luisa González es abogada y de Quito, y se reivindica montubia por su pertenencia al pueblo campesino que habita la costa ecuatoriana de Manabí. Fue legisladora de la Asamblea Nacional hasta que Lasso ordenó su disolución y acompañó a Correa en distintos cargos durante sus dos mandatos hasta 2017, que se desempeñó como secretaría nacional en el Parlamento Andino (2018-2019). Una de las principales críticas que obtuvo su candidatura cuando fue anunciada, provino de organizaciones feministas que recordaron que González se opuso a la despenalización del aborto en caso de violación durante su debate en la Asamblea Nacional, pero que finalmente fue aprobada en febrero de 2022. Mientras González ha manifestado estar en contra de la despenalización, pero que respetará “lo que el país quiera”, Noboa no se ha pronunciado públicamente sobre el tema.
El ganador de la segunda vuelta gobernará Ecuador hasta mayo de 2024, cuando se cumpla el período de gobierno iniciado por Lasso. Aunque las últimas encuestas difundidas indican que González redujo la brecha con Noboa, también están las que marcan empates técnicos y se muestran a favor o en contra de uno y otro candidato. Una de las últimas encuestas difundidas antes del 5 de octubre -cuando según la ley electoral rige la prohibición de difundir nuevos sondeos-, señala que Noboa obtendría el 53,3% de los votos, frente al 46,7% de González. En el sondeo anterior de esta misma encuestadora local (Comunicaliza), del 1 de octubre, Noboa iba por delante con el 55,9% de intención de voto frente al 44,1% de su contrincante. Como sea, la irrupción de Noboa tomó por sorpresa a todos (y no fue prevista por ninguna encuesta), así que no queda otra que esperar hasta el domingo para saber lo que finalmente determinarán las urnas.
Cecilia Valdez es periodista argentina.