Dagdelen: el Gobierno alemán es incapaz de primar el interés de su población sobre sus relaciones de vasallaje con EEUU
JAYRO SÁNCHEZ
Sevim Dagdelen, hija de inmigrantes kurdos en Alemania, es portavoz de Relaciones Internacionales del grupo parlamentario de Die Linke, la principal fuerza política de la izquierda real en el país actualmente. Los vídeos de sus intervenciones en el Bundestag sobre la guerra de Ucrania se han hecho virales en internet.
La entrevistamos en exclusiva para hablar sobre la participación alemana en el conflicto y el atentado contra los gasoductos Nord Stream, vitales para el suministro de energía rusa a la principal potencia europea. Dagdelen considera que las filtraciones pocos días despúes de la reunión de Scholz y Biden, sobre la supuesta autoría de un grupo proucraniano, contradicen todos los informes anteriores facilitados al Parlamento por el Gobierno alemán, según los cuales sólo agentes estatales pueden ser autores de una operación de esa envergadura.
El pasado 22 de septiembre, los dos gasoductos Nord Stream fueron destruidos por explosiones intencionadas. La principal perjudicada es Alemania, que iba a usarlos para transportar hidrocarburos desde Rusia hasta su propio territorio. ¿Las autoridades sospechan quién ha podido ser el autor del atentado?
Sevim Dagdelen: Desde el principio, el Gobierno federal alemán ha sido prudente en sus comentarios públicos sobre la autoría de la explosión.
Los principales medios de comunicación de nuestro país han intentado sugerir que Rusia era la promotora del ataque. Pero esas afirmaciones son absurdas, ya que la inoperatividad de los gasoductos también ha provocado consecuencias económicas negativas para Moscú.
Además, no hay pruebas fehacientes de que esto sea así, por lo que el fiscal general del Tribunal Federal de Justicia ha descartado su implicación.
Han transcurrido más de cinco meses desde los hechos, y nuestro Ejecutivo todavía se niega a dar la información que maneja sobre ellos al Parlamento. Su silencio, mantenido incluso después de las revelaciones del periodista de investigación Seymour Hersh, es escandaloso.
Este reportero estadounidense ha publicado hace un mes un reportaje que responsabilizaba a la administración Biden de la explosión. También mencionaba a Noruega como su cómplice. ¿Han cambiado sus descubrimientos la orientación de la investigación?
Berlín no está examinando las pruebas que sugieren que la OTAN, EEUU y Noruega fueron los planificadores del atentado. No ha tenido la fuerza ni la voluntad para asegurar que este ataque sin precedentes contra la soberanía energética alemana sea investigado. La razón de ello es que está casi totalmente subordinado a las políticas de seguridad y de relaciones exteriores estadounidenses.
Véase como ejemplo su postura ante la guerra de Ucrania. Es incapaz de primar el interés de su propia población sobre sus relaciones de vasallaje con los EEUU.
¿Qué opina de las recientes filtraciones, según las cuales el atentado fue obra de un grupo proucraniano?
La nueva versión del crimen relativo al ataque terrorista contra los gasoductos Nord Stream, difundida internacionalmente a través de diversos medios de comunicación pocos días después de la reunión no pública del canciller Scholz y el presidente estadounidense Biden en la Casa Blanca, plantea más preguntas que respuestas.
Los informes, según los cuales un grupo proucraniano de seis particulares individuos sería supuestamente responsable de los complejos atentados terroristas contra la infraestructura energética europea sin estar en contacto con los dirigentes ucranianos, contradicen todos los informes anteriores facilitados al Parlamento por el Gobierno alemán y sus autoridades subordinadas, según los cuales sólo los agentes estatales pueden ser considerados autores.
El capitán de fragata Göran Swistek, experto en seguridad marítima de la Stiftung Wissenschaft und Politik (Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad) de Berlín, también subraya expresamente con respecto a los últimos informes sobre un presunto autor aficionado: “Para un atentado de este tipo se requieren muchos conocimientos especiales sobre submarinismo y explosivos. En Alemania -y presumiblemente también en otros países- sólo unas pocas personas tienen estos conocimientos. Y estas personas pertenecen a las fuerzas de seguridad'”.
NUESTRO GOBIERNO DEBE DEJAR CLARO LO QUE OCURRIÓ
Entonces, ¿cómo cree que deberían llevarse a cabo las pesquisas? El respetado economista norteamericano Jeffrey Sachs, que hace poco ha testificado en calidad de experto ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cree que se necesita una comisión de investigación internacional dirigida por este organismo.
Estoy de acuerdo. Si quiere cumplir con su juramento de cargo, nuestro Ejecutivo debe investigar con resolución este asunto y dejar claro lo que ocurrió.
El canciller alemán, Olaf Scholz, al final ha permitido el envío de tanques Leopard alemanes a Ucrania. ¿Qué opina sobre su decisión?
El Gobierno se ha dejado engatusar. A mediados del mes de enero, yo ya advertí de las consecuencias que tendría la aceptación de la demanda estadounidense de suministrar nuestros carros de combate a Ucrania. El objetivo de EEUU es que Alemania esté en la línea de fuego contra Rusia, implicarla cada vez más en el conflicto.
Ahora que el Ejecutivo del canciller Scholz ha cedido, podemos ver que esto es lo que en realidad ha ocurrido. Los Estados Unidos no enviarán tanques Abrams al escenario de la guerra en el futuro inmediato, y, desde Europa, sólo Portugal pretende suministrar tres Leopard II a Ucrania.
Al proporcionar material de guerra a Kiev, Alemania se está comprometiendo con la estrategia de EEUU de apoyar una victoria militar de Ucrania contra Rusia, que posee armas nucleares. El nuevo ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, lo ha confirmado con sus declaraciones en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
ES PROBABLE QUE SE PRODUZCA UNA GUERRA DE DESGASTE PROLONGADA CON GRANDES PÉRDIDAS
Nuevas ofensivas de primavera están preparándose en el campo de batalla europeo, tanto desde el bando ruso como desde el ucraniano. ¿Qué consecuencias tendrán para Ucrania?
Cada día adicional de guerra significa más muertes para ambos bandos, así como más destrucción y sufrimiento para el país en el que luchan. Concuerdo con la visión del jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, Mark Milley, y la de los expertos de la Corporación RAND.
En vista del estancamiento militar actual, es probable que se produzca una guerra de desgaste prolongada con grandes pérdidas. Esto hará que al final se establezcan negociaciones para darle una solución política al conflicto.
¿Y para el resto del mundo?
La guerra en Ucrania y las sanciones económicas occidentales contra Rusia también están teniendo impactos fatales en las sociedades del Sur Global y de Occidente, que sufren desde hace tiempo fuertes incrementos en los precios de los alimentos y de la energía.
No puedo más que repetir las palabras pronunciadas por la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, en la Conferencia de Seguridad de Múnich: «Seguir discutiendo quién pierde y quién gana en una guerra no es bueno. Todos hemos perdido y quien pierde» en un conflicto «es la humanidad».
Hay, por tanto, un interés global en terminar esta contienda sin sentido tan rápido como sea posible. Por citar a la primera ministra namibia, Saara Kuugongelwa-Amadhila, el «dinero usado para comprar armas podría utilizarse mejor si con él se promoviera el desarrollo en Ucrania, África, Asia o la misma Unión Europea, donde mucha gente está encarando dificultades».
EEUU QUIERE DEBILITAR A RUSIA SIN IMPORTARLE EL PRECIO A PAGAR POR ELLO
Los Estados Unidos continúan apoyando a Ucrania y exigen la unidad de Occidente contra Rusia. ¿Por qué?
Los EEUU quieren debilitar a Rusia en una larga carrera mediante el envío de crecientes cantidades de armas. En última instancia, desean consolidar su hegemonía frente a China, a la que ven como una aliada de Rusia. Intentan defender su propia hegemonía global y acabar con la idea de un mundo multipolar. Y no les importa el precio que haya que pagar por ello.
Los únicos que se han dejado persuadir por su estrategia son sus vasallos europeos, que cada vez están más unidos en lo referente a su subordinación ante la nación del otro lado del Atlántico.
Sin embargo, las acciones de Occidente en la crisis ucraniana le están aislando cada vez más a nivel global. Un estudio reciente del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) confirma este punto de vista, y concluye que a la mayoría de las poblaciones de potencias emergentes no occidentales, como a las de China, India o Turquía, les gustaría ver la resolución más rápida posible del conflicto ucraniano, así como el final de la dominación occidental en general.
¿Estos deseos se reflejan en las posturas adoptadas en los foros internacionales?
Sí. A pesar de lo que nos cuentan nuestros medios, Occidente no consiguió una condena explícita de la invasión rusa en la resolución de la ONU adoptada por mayoría en la Asamblea General el 2 de marzo del año pasado. China, India, Sudáfrica y otros 29 estados se abstuvieron de hacerlo.
Es probable que la presión de los países del Sur Global provocase una llamada para redoblar los esfuerzos con los que llevar a término el conflicto ucraniano mediante la diplomacia. La mayoría de las naciones africanas, asiáticas y latinoamericanas no quieren inclinarse ante Occidente rompiendo sus relaciones políticas y económicas con Rusia.
Asimismo, tres cuartos de todos los estados mundiales no están participando en la guerra económica, ni se han implicado en el flujo de suministros armamentísticos procedente de Occidente.
Rusia se ha retirado del último tratado importante firmado con EEUU en materia de armas nucleares. ¿Qué supone esto para Europa?
La retirada de Rusia en el nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) se ha dado después de que los Estados Unidos se negaran a seguir cumpliendo con las condiciones de importantes pactos de desarme como el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF), el Tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM) o el Tratado de Cielos Abiertos.
Es un paso preocupante más que resulta de la creciente confrontación geopolítica cimentada en Ucrania. Contener esta peligrosa escalada debe ser una de las prioridades de Europa, porque no tenemos ninguna necesidad de continuar con el actual juego del envío de armas. Ello implica un peligro real de ampliación de la guerra, incluso a nivel nuclear. Hay que terminar con esto de forma urgente.
LA MAYORÍA DE LA SOCIEDAD ALEMANA ESTÁ A FAVOR DE LA DIPLOMACIA
¿Cree que sus compatriotas están dispuestos a hacerlo?
Sí, y me alegro de que la mayoría de la sociedad alemana esté a favor de la diplomacia y de que cada vez escuche menos a los belicosos incendiarios que dominan el debate sobre la guerra ucraniana.
Esto se refleja, por ejemplo, en el manifiesto de paz firmado por más de 700.000 personas en un corto periodo de tiempo. También en la manifestación por la paz celebrada el pasado fin de semana en Berlín, donde 50.000 individuos tomaron las calles para exigir un alto al suministro de armas y el comienzo de negociaciones diplomáticas.
Hay que presionar aún más a los gobiernos occidentales para que dejen de bloquear las conversaciones y para que avalen iniciativas de paz como las propuestas por China o Brasil.
Jayro Sánchez es periodista.