El ensordecedor silencio de los intelectuales
BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS
Los intelectuales no tienen el monopolio de la cultura, los valores o la verdad, y mucho menos de los significados atribuidos a cualquiera de estos «dominios del espíritu», como solían denominarse. Pero los intelectuales tampoco deben abstenerse de denunciar lo que consideran destructivo de la cultura, los valores y la verdad, sobre todo cuando esa destrucción pretende llevarse a cabo en nombre de esos «dominios del espíritu».