El último baile de Totó La Momposina
J. CARLOS GÓMEZ
Se despide una de las grandes de la música latinoamericana: Totó La Momposina. Con 82 años, más de sesenta años de carrera y una simpatía que enamora en el primer contacto, Sonia Bazanta Vides abandona los escenarios donde ha representado el valor de la música de la costa caribeña de Colombia.
Nacida en Talaigua, el corazón de la isla de Mompox, en medio del generoso río Magdalena, La Momposina inició muy pronto su carrera musical buscando ese territorio fértil donde se mezcla la cultura africana, las raíces indígenas y la tradición sonora del español.
Pronto también salió junto a su familia del caluroso departamento de Bolívar para trasladarse a la lluviosa Bogotá. La violencia, el soterrado conflicto sangriento que asolaba Colombia, provocó esta huida.
No por ello abandono los ritmos de “la vida sabrosa” como son la cumbia, el porro, la chalupa o el sexteto. Todo lo contrario: en la década de los 60 montó su primera banda y siguió profundizando en las raíces musicales de su país, mostrándolas al mundo. De hecho, en 1982 acompañó al escritor Gabriel García Márquez a recibir el Premio Nobel de Literatura en Estocolmo (Suecia).
“La música ancestral es la que llega al cielo”, me comentó hace unos años en una calurosa tarde en Mompox. Y esa fue la idea que ha guiado la carrera de Totó que en los noventa alcanzó la fama mundial gracias a su apuesta por el folclor colombiano y el empuje de la gira WOMAD (World Music Arts and Dance) que la catapultó a la escena global de la música.
Con una discografía de éxito popular como “La candela vida”, “Aguacero mayor”, “El pescador” o “Te olvidé”, La Momposina se retira de los escenarios víctima de una afasia que ha afectado su habla y no facilita la comunicación. Eso sí, como regalo de despedida nos deja dos canciones que revisan su archivo musical: “Iluminan Mi Sendero” y”Acompañala”.
Este parón, sin embargo, quizá no sea para siempre. La reconocida vitalidad de Totó la Momposina nos puede dar todavía algún baile extra. Hace cuatro años ya nos dijo: “Yo soy una señora grande pero con un sentimiento y un corazón joven”. Atentos…el ritmo de la colombiana nunca duerme.
J.Carlos Gómez es periodista. Vivió más de seis años en Colombia
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