Una “nueva internacional reaccionaria”: cómo Elon Musk propaga sus ideales fascistas en Europa
MARIUS THIRION ROSZYK
Si Donald Trump inició el 20 de enero su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, se lo debe en parte a su nuevo amigo Elon Musk. Poco rencoroso, el multimillonario americano ha ofrecido el nuevo Ministerio de “Eficiencia Gubernamental” al hombre que, en 2022, le consideraba “demasiado viejo para ser presidente de cualquier cosa, y muchos menos de los Estados Unidos de América”.
Cabe recordar que Musk utilizó su considerable influencia para que ganara el candidato republicano, ocupando el espacio público como nunca antes. Gastó más de 260 millones de dólares durante la campaña, invirtiendo en particular en anuncios que defendían la posición de Trump en el espinoso tema del aborto. En paralelo, intervino en varios mítines para animar a los votantes, sobre todo en los estados indecisos, a votar republicano.
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