Milei, el chico solo y violento que se presenta como lo nuevo pero no lo es

CECILIA VALDEZ

El periodista Juan Luis González investiga a Milei y, a través de su figura, a la llamada nueva derecha argentina, desde 2021. Milei representa y engloba un fenómeno que vino a patear el tablero político argentino y a cuestionar muchos de sus preceptos más básicos respecto a los consensos de la democracia. 

En un escenario de profundo descontento por una grave crisis económica que no hace más que profundizarse, el autodenominado anarcocapitalista, se presenta como lo nuevo y lo diferente, en relación a lo que él mismo llama la “casta”, en referencia a los políticos tradicionales y sus privilegios, pero, como lo demuestra la investigación de González, ni es nuevo, ni es diferente.

En su libro “El loco”, una biografía no autorizada, González aborda la vida y la trayectoria política del ultraderechista, y da cuenta de su personalidad. Sin un armado político detrás, y construida en base y alrededor de su  personalidad, su candidatura -en representación de La Libertad Avanza (LLA)-, interpela y obliga a analizar también otras complejas variables: sus vínculos, su soledad, su inestabilidad emocional y su gran dedicación y creciente interés por lo místico.

Sus perros, como cuenta González, son una pieza clave de su entorno, y la muerte de su perro Conan -al que trataba como a un hijo- fue un hito importantísimo de su vida. No solo lo hizo clonar, sino que dice hablar con el perro muerto, y que esas conversaciones lo llevaron a tener charlas con otros muertos hasta llegar a Dios: “Él está convencido de que tiene diálogos de ida y vuelta con Dios, y se mete en política porque dice que Dios le dijo a iba a ser presidente en 2023”.

¿Quién es Javier Milei? 

Milei para algunos es el salvador de la patria, y para otros es una pésima noticia. Ante todo es un hombre profundamente sólo con una vida realmente muy difícil y de mucha violencia, tanto física, en la casa -por parte de su padre y con complicidad de la madre-, como en el colegio. Eso, sumado a la falta de amigos y de pareja, fueron constituyendo ese gran rasgo de su personalidad que es esta soledad tan tremenda, y que se relaciona mucho con la historia de la que estamos hablando. La historia política de Milei es imposible de escindir de esa soledad tan terrible, y de su camino místico, por el impacto de la muerte del perro que era su barrera ante la soledad. Eso me llamó la atención y cambió mi manera de aproximarme a él. Yo no comparto casi nada con Milei, pero es un tipo muy complejo de analizar. Si bien su principal característica visible es esa violencia fenomenal con la cual se hizo conocido, investigando a fondo su vida tampoco podía dejar de empatizar con ese chico solo al que su padre no sólo golpeaba, sino que toda la vida le dijo que era un inútil. 

Habiendo trabajado tanto en la personalidad de Milei, ¿qué te sorprende de los cambios que han operado en él luego de su triunfo en las PASO -Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias en las que se definieron los candidatos-?

Los cambios después de las PASO son más estéticos que reales. Detrás de su gran trabajo de campaña está Santiago Caputo, que es su estratega y está trabajando muy bien esta idea de moderar a Milei. Pero es una ficción, eso no puede durar mucho. A las horas de ganar las PASO se fue a Uruguay, y sus primeras declaraciones fueron: “Los zurdos son un excremento humano”. Hubo reuniones de la Iglesia con el equipo de Milei para tratar de bajar los decibelios, pero luego le da una entrevista al periodista Tucker Carlson y dice: “El Papa es un comunista que banca regímenes asesinos”. Ese es el verdadero Milei, el moderado puede durar un tiempo, el de la campaña, pero no creo que resista ese rasgo en él como presidente. Solo hay dos Milei, el chico solo y el violento que todos conocemos.

Pero aunque no está en Milei moderarse, si finalmente es gobierno, tendrá que negociar…

Veremos, yo estoy convencido de que la realidad lo espera con varios cachetazos, desde algunos de tipo constitucionales, hasta ser minoría en ambas cámaras, y las inestabilidades propias de Argentina. Puede pasar que, a pesar de Milei, suceda, o sea, que aunque él no quiera moderarse y negociar, el resto del espacio lo haga. Habrá que ver cómo lidia con el stress y la soledad del poder.

Muchos dicen que el gran cerebro detrás de Milei es Victoria Villarruel -su candidata a vice y una reconocida negacionista y activista por la “memoria completa”-, y lo argumentan en base a qué detrás de él, y de su precario armado político, tiene que haber alguien con mayor experiencia política ¿coincides con eso?

No, Villarruel no es el gran cerebro detrás de Milei. Milei es un chico solo, sin personalidad, que cuando lo adoptas te sigue adonde vayas. Él era un liberal que conoció a (Diego) Giacomini en el 2005, un capitalista con mucha más trayectoria y su primer amigo, y ahí, de la mano de Giacomini, aunque después se pelean, se convierte al anarcocapitalismo. En el 2021, conoce a Villarruel y ahí pasa a incorporar cosas que en su vida le habían interesado, como la dictadura o los 30 mil desaparecidos. El otro día el ex canciller Javier Bielsa, que fue compañero de trabajo de Milei en Aeropuertos Argentina 2000, contó que desayunaba con Milei todos los días y que nunca en todos esos años lo escuchó hablar de la dictadura. Por eso, lo que te decía, cuando a él le dan un poco de amor cambia de opinión y de ideas sin problema. Y respecto de su armado político, es eso, un precario armado político, no hay un titiritero. Ni siquiera (Eduardo) Eurnekian, en su rol de sponsor en los medios, porque no era su intención instalarlo como presidente. Te diría que hasta el 13 de agosto (fecha de las PASO) salvo Javier Milei, y su hermana Karina, nadie en el espacio pensaba que tenían chances de llegar a la presidencia. Hasta ese día, La Libertad Avanza (LLA) eran 50 personas que podías reunir en una cancha de fútbol 5 (un campo más pequeño que el de 11 jugadores) y te sobraba espacio. 

Decís que Javier Milei y LLA no son lo que muestran, ¿te parece que tienen un doble discurso como el de los partidos políticos tradicionales, o similar a lo que ellos llaman casta?

Sí, totalmente. El libro tiene dos ideas, una es mostrar el verdadero rostro de Milei y la otra es mostrar el verdadero rostro de LLA, un partido que nace en el 2021. El líder (Milei) llega a los medios por el impulso que le da su jefe (Eurnekian), un histórico contratista del Estado, con el discurso que el jefe le dice tiene que tener. Después lo meten en política de la mano de Espert (político liberal), porque el jefe le dice a Espert que lo sume. La Libertad Avanza nace con un sistema de negociados que nada tienen que ver con la meritocracia, canjean sellos -ceden sus estructuras para facilitar ciertas candidaturas presidenciales-, como Unite y el MID, a cambio de lugares en las listas. Unite está controlado por (José) Bonacci, un fascista con pasado neonazi, y el MID por Oscar Zago, un tipo que fue cuatro veces legislador del PRO (fundado por Mauricio Macri), y es íntimo amigo de (Daniel) Angelici (vicepresidente de la Asociación del Fútbol Argentino), un operador judicial de la más baja calaña, que es con quien recorrió el mundo. Después tenés a (Ramiro) Marra (candidato a jefe de gobierno de LLA en la ciudad de Buenos Aires), que venía de la juventud massista (de Sergio Massa); (Carlos) Kikuchi, un residual de la SIDE (ex Secretaria de Inteligencia del Estado argentina) y, en el pasado, vocero del ex ministro de Economía, Felipe Cavallo. Puedo seguir, pero de hecho, la única política de LLA del 2022 hasta ahora, fue quitarse de encima todos los dirigentes y militantes liberales, no hay nada nuevo ahí, son todos reciclados. 

¿Qué es la casta base?

Es un término que lo acuña Fede Simonetti, en “Un país de boludos”, y que para mí define a la perfección lo que es La Libertad Avanza: la resaca de la casta. Gente que intentó pertenecer, o que en algún momento perteneció a otros grandes partidos políticos, pero, o no les dio el piné, o no tienen la trayectoria, los contactos, los recursos, la capacidad, el carisma, etcétera, que se necesita para ser político, y terminan cayendo en este armado residual, que es el de La Libertad Avanza.

Decis que Milei es un hombre solo, roto, que tuvo su primer amigo a los 30, su primera pareja a los 47 y que pasó 13 Navidades y Años Nuevos brindando solo con el perro, ¿cómo hace un hombre así para ser el foco de todas las miradas y tener que estar rodeado de gente de forma permanente?

Yo ahora estoy en Córdoba y acá hay una anécdota famosa de cuando vino Milei en el 2021 para una reunión con empresarios. Él vino, dio una charla y se quería ir, pero se le acercaron empresarios para saludarlo y pedirle fotos, y se enfureció con una niña, hija de un empresario que le fue a pedir un autógrafo; la sacó a los gritos y la chica terminó llorando. Entonces, con esa anécdota te respondo: ‘¿Cómo hace? Bueno, la lleva como puede’. Él no solo tiene esa cosa violenta y solitaria, sino que le cuestan las relaciones sociales. Cualquier persona que haya hablado con Milei dice que no se puede tener un diálogo de ida y vuelta, ni siquiera de cosas banales, él te habla de economía, de política, o de los perros, no hay otro tema. Su vida y su círculo siguen siendo muy cerrados. El otro día hablaba con una vecina de Milei en Bellavista, el barrio donde vive, y me decía, acá no entra nadie, que es lo mismo que decía la periodista Laura Di Marco, la única persona que entró a su casa. Yo recojo esa crónica en el libro, ella dice: “el hombre del momento vive solo, es un niño atrapado en el cuerpo de un adulto, emocionalmente inestable y solitario.”

¿Qué me podés contar sobre los contactos internacionales de Milei? ¿Y sobre el estratega digital Fernando Cerimedo?

Ahora están creciendo los contactos internacionales de Milei, porque como en todo, antes de las PASO no se lo veía con mucha seriedad. Pero tienes a Villarroel, que es amiga personal de Ortega Smith, el segundo de Vox, ambos hijos de familia de militares, y a Nahuel Sotelo, legislador de Milei en Buenos Aires que tiene contacto con Bukele en El Salvador. Y a (Fernando) Cerimedo, un gran jugador de la derecha, pero que excede a Milei y no es un orgánico de La Libertad Avanza. Cerimedo está en otro juego, a un nivel más regional. Fue compañero de banco de Eduardo Bolsonaro, el hijo de Jair, y estuvo detrás de la campaña de Bolsonaro, y trabajó para (Joe) Biden, cuando era vicepresidente. Hace unos días, el sociólogo Ariel Goldstein, me contó que él entrevistó a Diana Mondino en junio, y me decía que el título de la nota era: “No me interesan las relaciones internacionales de Milei”, esto lo dice quien probablemente sea su canciller. Te lo cuento en el sentido de que tampoco están tan aceitadas sus relaciones internacionales, porque nadie en La Libertad Avanza imaginaba que Milei realmente tenía chances de gobernar el país. Incluso puedes ver la importancia que le daban a Milei, por el lugar en que lo ubican en el Viva España de Vox de octubre del 2022, lo ponen a la tarde en el contexto del festival.

¿Por qué la enemistad con el Papa?

En la pelea con el Papa yo infiero que hay algo del mesianismo de Milei metido en el medio, porque Milei dice que en las charlas que tiene con Dios, Dios le dice que él tiene que meterse en política para ser presidente y derrotar al maligno. Entonces, esa es la misión: derrotar al maligno, y él dice que el maligno también es el Papa. Yo creo que hay algo ahí de choques místicos, pero ahí ya estoy suponiendo.

Venís siguiendo de cerca el proceso de crecimiento de Milei, ¿para vos cuáles son las razones que explican ese crecimiento?

Bueno, el capítulo más largo del libro habla de las razones que explican este crecimiento.

Para mí esto lo explican los cambios que operan en el capitalismo, que deja fuera del sistema formal y laboral un montón de gente, la irrupción de las redes sociales, y un individualismo que resquebraja la idea de comunidad y que pone en crisis los viejos relatos que nos servían para explicar cosas, como la religión. También es una reacción a los progresismos y a los avances de las políticas de género. Y lo de Argentina, tiene que ver con que él logra presentarse como lo nuevo, cuando no lo es, él viene trabajando en política al menos desde el 2002. Entonces, él no sólo logra capitalizar el descontento actual sino que se presenta como la esperanza. Yo discuto mucho la tesis del voto bronca, bronca tenemos todos los que votamos en Argentina, pero él recupera cierta esperanza,  y cierta rebeldía, romanticismo y épica en la política, que ni Massa ni Bullrich lograron rescatar. También es el único que habla en términos revolucionarios, en el sentido de dinamitar el Banco Central, o de dar la vida por algo, en su caso, por el mercado, pero que habla de cierta rebeldía que engancha.

¿Te sorprendió el triunfo de Milei?

Me sorprendió el 30%, estaba seguro de que le iba a ir bien, que la nueva derecha es algo que llegó para quedarse y que por algo funciona en todas partes del mundo. Milei era un gran candidato para ese fenómeno que está buscando representantes. Lo que imaginaba es una segunda vuelta de él con Bullrich, y me sorprende cómo hace Massa para tener tantos votos con la economía como está, lo que habla de su habilidad política. Imaginaba a Milei con 20 puntos, pero no con 30, y menos imaginaba al resto tan abajo, pero esto habla claramente de un fenómeno.

Cecilia Valdez es periodista argentina.
CECILIA VALDEZ
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